Por eso, desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) este año se nos anima a que no seamos unos simples espectadores sino que hagamos alguna acción, por pequeña que ésta pueda ser y aunque sea a nivel muy local, por hacer frente a la actual crisis del agua.
La ONU nos recuerda la importancia que pueden tener las pequeñas acciones a través de la fábula de la colibrí:
«Un día se declaró un incendio en el bosque y todos los animales huían asustados. Una vez a salvo, los animales contemplaban de lejos, inmóviles y tristes, como las llamas consumían los árboles.
Por encima de ellos, una colibrí iba y volvía del fuego sin parar, una y otra vez.
Los animales mayores preguntaron a la colibrí qué estaba haciendo.
—Quiero al lago a por agua para ayudar a apagar las llamas- respondió ella.
Los animales se echaron a reír y le dijeron:
—¿Estás loca? ¡Tú sola no puedes apagar el incendio!
—Es cierto —contestó la colibrí—, pero estoy aportando mi granito de arena».
La colibrí está intentando solucionar el problema gota a gota. Ella es el cambio que desea ver en el mundo. Tú también puedes ser la colibrí, porque las acciones que hagas, por pequeñas que éstas sean, pueden ayudar a resolver la crisis del agua.
Para más información sobre el Día Mundial del Agua de la ONU, pincha aquí: https://www.unwater.org/bethechange/es
Prodaisa: las cosas básicas son a menudo las más importantes. ¡Hagamos un buen uso!